4 comentario en “El Lunes Negro: Diagnóstico y Tratamiento de un Sistema Eléctrico al Límite”
Fico pensando na diferença entre o apagão na Península Ibérica que, em questão de horas, foi resolvida, e a de São Paulo, que durou dias e teve consequências graves. Estar preparado não é desespero, é saber que durante uma emergência, soluções foram pensadas, e a população saberá se organizar da melhor forma.
Tienes toda la razón: estar preparado no es alarmismo, es inteligencia práctica.
La diferencia entre resolver en horas o sufrir durante días no es casualidad, es previsión —o la falta de ella.
Gracias por tu comentario tan acertado.
Excelente artículo. Nos recuerda lo valioso que es algo tan básico como la electricidad en casa, algo que muchas veces damos por sentado. En un mundo que avanza a gran velocidad, como bien señalas, nunca está de más tener a mano una radio a pilas y unas velas de repuesto, ¡por si acaso! 😊
Gracias por tu comentario. Lo cotidiano, como bien apuntas, solo revela su valor cuando falla. Recordar lo esencial —una radio, una vela, una batería cargada— no es nostalgia: es resiliencia en tiempos de incertidumbre.
Fico pensando na diferença entre o apagão na Península Ibérica que, em questão de horas, foi resolvida, e a de São Paulo, que durou dias e teve consequências graves. Estar preparado não é desespero, é saber que durante uma emergência, soluções foram pensadas, e a população saberá se organizar da melhor forma.
Obrigada, Meana.
Tienes toda la razón: estar preparado no es alarmismo, es inteligencia práctica.
La diferencia entre resolver en horas o sufrir durante días no es casualidad, es previsión —o la falta de ella.
Gracias por tu comentario tan acertado.
Excelente artículo. Nos recuerda lo valioso que es algo tan básico como la electricidad en casa, algo que muchas veces damos por sentado. En un mundo que avanza a gran velocidad, como bien señalas, nunca está de más tener a mano una radio a pilas y unas velas de repuesto, ¡por si acaso! 😊
Gracias por tu comentario. Lo cotidiano, como bien apuntas, solo revela su valor cuando falla. Recordar lo esencial —una radio, una vela, una batería cargada— no es nostalgia: es resiliencia en tiempos de incertidumbre.